La Justicia ha suspendido cautelarmente la retirada del monumento franquista de la batalla del Ebro, en Tortosa (Tarragona), porque esta sería irreversible en caso de llevarse a cabo.

La jueza ha basado su decisión en que retirarlo supondría "la imposible restitución de la estatua" si finalmente se resuelve el recurso presentado por el Colectivo para la Reinterpretación del Monumento de la Batalla del Ebro (Corembe) a su favor.

La titular del Juzgado Contencioso 2 de Tarragona sostiene que su estructura es metálica y que, para retirarla, es necesario dividirla en diferentes piezas. Unos "daños que harían imposible o muy difícil su restitución".
De esta forma, el futuro del monumento franquista se queda en el aire hasta que la Justicia resuelva el recurso presentado, que reclama mantenerlo y reinterpretarlo. Por el momento, no ha entrado en el fondo de la cuestión.

La Generalitat recurrirá para que sea retirada el día 18
La Generalitat determinó que la estatua debía ser retirada el 18 de julio, amparándose en la Ley de Memoria Histórica del 2007 y recordando que "una cincuentena de entidades memorialistas entregaron a la consejera de Justicia, Lourdes Ciuró, un manifiesto a favor del desmantelamiento y retirada del monumento fascista de Tortosa".
 
Por ello, el Departament de Justicia ha anunciado que recurrirá la suspensión cautelar ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Desde la administración catalana, creen que la decisión de la jueza supondrá un año de retraso puesto que su retirada debe llevarse a cabo entre los meses de julio y agosto, momento del año en que el caudal del río disminuye.
 
No obstante, el auto considera que ni los plazos marcados, ni el perjuicio económico de retirar la maquinaria desplazada, así como las posibles indemnizaciones a empresas ya contratadas no "justifican la urgencia" de retirar el monumento. También que estos perjuicios serían "más fácilmente resarcibles" que volver a colocar el monumento.