El Banco de España ha advertido de que el futuro levantamiento de las medidas de apoyo aprobadas por el Gobierno para los comercios en el marco de la crisis del coronavirus podría conllevar un aumento del volumen de crédito dudoso.

En un informe, el supervisor constata el efecto reducido que ha tenido hasta el momento la pandemia en la calidad de los créditos concedidos al sector inmobiliario comercial gracias a los programas de garantías o a las moratorias, segmento que acumulaba 9 millones de euros en el primer trimestre de 2021.

El Banco de España incide, además, en que en las hipotecas sobre inmuebles comerciales el deudor es en muchas ocasiones una persona jurídica con responsabilidad limitada, por lo que el riesgo de estas operaciones podría ser más alto que el asociado a las hipotecas sobre vivienda.

En estas últimas, en caso de impago, el banco tiene el recurso no solo al colateral del préstamo (la vivienda), sino también al patrimonio del acreditado. También hay que tener en cuenta que la caída del valor de los inmuebles reduce el valor de recuperación de estos préstamos en caso de impago.

El crédito nuevo destinado al mercado inmobiliario comercial cayó un 36% en 2020, aunque no tanto como el importe de las compraventas, lo que indica un aumento de las nuevas operaciones de refinanciación para aliviar las necesidades de liquidez de los acreditados.

No obstante, esta alteración en el ratio entre concesión de crédito y nivel de compraventas, típico en momentos de recesión, fue más de dos veces superior en la última gran crisis financiera, la de 2008.

De hecho, el informe afirma que el impacto de la crisis del Covid-19 en la calidad crediticia de estas carteras "parece contenido", puesto que el volumen de préstamos sin deterioro crediticio pero en el que se reporta un aumento significativo del riesgo de crédito apenas alcanzaba el 0,7% de toda la exposición a finales del primer trimestre de 2021.

COMERCIO ELECTRÓNICO Y TELETRABAJO
El Banco de España ha estudiando en este informe toda clase de activos inmobiliarios comerciales, como oficinas, naves industriales, centros logísticos y comercios. En general, señala que el crecimiento del comercio electrónico, que requiere el desarrollo de centros logísticos bien distribuidos geográficamente, podría haber amortiguado el impacto de la crisis en este tipo de establecimientos.

Por el contrario, el mayor recurso al teletrabajo como medida para evitar la propagación de la pandemia podría haber reducido la demanda de superficies para oficinas, lo que explicaría la mayor caída relativa del número de transacciones en este subsegmento.