Caravanas populares para escenificar el apoyo del pueblo al régimen cubano en uno de los momentos más difíciles de su historia: en pleno auge de la pandemia, asfixiado por la crisis económica y por el embargo estadounidense y con la legitimidad en entredicho para una parte nada desdeñable de la población. Miles de jóvenes comunistas han recorrido el Malecón y otros lugares emblemáticos de La Habana tras el lema "por la paz, el amor y la solidaridad" atendiendo a la convocatoria del partido, a pesar de la pandemia:

- "En primer lugar, no se debería hacer. Porque trae un grupo de personas juntas y tal y es lo que transmite (el coronavirus). Eso está claro, pero... toca. Y cuando toca, toca", explicaba una joven manifestante.

- "Nosotros estamos apoyando la revolución primeramente. Nos convocaron y aquí estamos", sentenciaba otro.

Esta aparente demostración de fuerza tiene como telón de fondo los ecos de la manifestación antigubernamental masiva que tuvo lugar de forma simultánea en distintos lugares de la isla hace tres semanas.

Un estallido social contra la escasez y la falta de libertades que sorprendió dentro y fuera de la isla, y que las autoridades cubanas no dudaron en reprimir con dureza. Este jueves han anunciado que ya han sido juzgadas 62 personas por participar en las protestas del pasado 11 de julio, las mayores contra el régimen en seis décadas de férreo control de la isla.