El caos en Afganistán ha provocado que los principales líderes europeos hayan suspendido sus vacaciones para ponerse al frente de sus respectivos comités de crisis y de los planes de evacuación de un país inmerso en la anarquía por la vuelta de los talibanes.  Así lo ha hecho la canciller alemana, Angela Merkel; el presidente francés, Emmanuel Macron, o el primer ministro británico, Boris Johnson. Mientras, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, prosigue con sus vacaciones en el Palacio de La Mareta, en Lanzarote.

Los principales gobiernos europeos han hecho un parón en su descanso estival nada más decretarse la grave crisis en Afganistán. Macron, por ejemplo, ha convocado este mismo lunes una reunión extraordinaria y urgente del Consejo de Defensa francés, que está en permanente contacto con la Embajada francesa en Kabul -trasladada oficialmente al aeropuerto- para repatriar a todos sus nacionales atrapados.

No les coge por sorpresa: llevan preparando las evacuaciones desde el pasado abril, cuando empezaron a salir escalonadamente del país los primeros franceses. El Elíseo ha anunciado una declaración oficial del presidente ante la nación a las ocho de la tarde de este lunes, que será televisada en todos los canales galos.

Por parte de Alemania, Merkel ha convocado a todos los partidos del Parlamento alemán a primera hora de la tarde para dar cuenta de los detalles de la evacuación, así como para consensuar la posición oficial del país ante la llegada del régimen talibán al poder. Merkel sigue la evolución del caos en Kabul al frente de la célula de crisis organizada por su Gobierno.

 Similar ha sido la reacción de Boris Johnson, que ha suspendido sus vacaciones y se ha puesto al frente de la situación. Tiene previsto, al igual que Merkel, convocar al Parlamento británico para analizar la situación y consensuar la toma de decisiones. Parte de sus civiles ya han sido repatriados, igual que ha hecho el Gobierno italiano o el checo.

Sánchez sigue en su palacio

 La situación, sin embargo, es muy diferente en España. El presidente Sánchez sigue en Lanzarote a pesar de que su marcha a la Península estaba prevista para este fin de semana. Su equipo de seguridad, formado por el Grupo de Reserva y Seguridad de la Guardia Civil (GRS), ha recibido orden de permanecer allí por lo menos hasta el 21 de agosto. Una semana más de lo previsto.

El caos afgano no ha sido suficiente como para que Sánchez decida suspender su descanso estival en el Palacio de La Mareta. A diferencia de otros países, en España ha sido el titular de Exteriores, José Manuel Albares, quien se ha puesto al frente de la operación de evacuación. También Defensa, que ha activado el envío de 2 aviones militares A400M hasta Dubái, a la espera de traer a España a los 400 españoles y afganos que trabajaron para la delegación diplomática.

La gran mayoría de ellos ya están concentrados en el aeropuerto de Kabul, donde la situación ha degenerado en un absoluto caos: muertes por avalanchas, personas precipitadas desde el aire al intentar escapar agarrados al exterior de las aeronaves, tiros al aire de los militares ante la invasión de las pistas de aterrizaje…

Sin embargo, y pese a todas las imágenes preocupantes que llegan del país, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha calificado de «seguro» el aeropuerto de Kabul. No piensa lo mismo Estados Unidos, que ya ha desplegado fuerzas especiales de los Marines y efectivos de la emblemática 82º División Aerotransportada.