La política catalana ha protagonizado un nuevo disparate.

El Parlamento ha votado en contra de perseguir al terrorismo yihadista, a pesar de los graves atentados vividos el pasado 17 de agosto de 2017 en las ciudades de Barcelona y de Cambrils, así como la reciente detención (solo hace un par de semanas) de presuntos extremistas islámicos que buscaban comprar fusiles de asalto para atentar de nuevo.

 En concreto, la propuesta que fue declinada por los políticos catalanes indicaba: “Que la consejería del Interior ponga todos los medios a su alcance para luchar contra el islamismo radical o yihadismo integrista, promueva la exclusión de los imanes a las fiestas y combata con firmeza los matrimonios forzosos de niñas menores de edad”.

Como ha desvelado el presidente del PP en Cataluña, Alejandro Fernández, los ‘populares’, VOX y Ciudadanos han sido los únicos partidos en mostrarse a favor de la iniciativa. Mientras que el resto de partidos han votado en contra de luchar contra el terrorismo yihadista.

Para justificar su disparatada decisión, Beatriz Silva, diputada independiente de Partido Socialista de Cataluña (PSC-PSOE) ha indicado en las redes sociales que “hay un acuerdo de una amplia mayoría del Parlamento para votar en contra de todas las iniciativas de VOX. No legitimar el discurso de extrema derecha. Es lo que se ha hecho en otros parlamentos, también el europeo”.

Un “acuerdo” que sin embargo no se traduce en una mayor seguridad para los ciudadanos de Cataluña, quienes por los sinsentidos de sus políticos ven cómo se reducen los esfuerzos para combatir y prevenir el riesgo que conlleva el islamismo radical o yihadismo integrista.