Estados Unidos aprobó hace unas semanas el ensayo del lanzamiento de un misil supersónico y decidió ocultarlo para evitar la escalada y acusaciones con Rusia. Según ha informado un funcionario de Defensa estadounidense a la CNN, el lanzamiento se produjo días antes de que el presidente Joe Biden viajase a Bruselas para reunirse con los líderes europeos.

“El arma hipersónica de respiración aérea (HAWC por sus siglas en inglés) fue lanzado desde un bombardero B-52 frente a la costa occidental”, explicó la fuente. El misil se elevó por encima de los 65.000 pies (unos 20.000 metros) y viajó durante más de 300 millas (965 kilómetros). El misil HAWC utiliza la energía cinética para destruir el objetivo.

 Se conoce también que el lanzamiento se produjo días después de que Rusia asegurase haber empleado su propio misil hipersónico, el Kinzhal, en la invasión de Ucrania. Lloyd Austin, el secretario de Defensa estadounidense, explicó en su momento el lanzamiento del Kinzhal ruso no significaba “un cambio de juego”, si bien el secretario de prensa del Pentágono, John Kirby, dijo que era “difícil” conocer la justificación del lanzamiento ruso, pues el objetivo del Kinzhal fue un almacén de municiones en el oeste de Ucrania. Para Kirby, el misil es algo “bastante significativo” como para apuntar “un objetivo como ese”.

Según military-today.com, el misil Kinzhal está fabricado para destruir grandes objetivos como portaaviones, cruceros, buques de guerra o destructores.

Se cancelan los ensayos de otros misiles
El pasado viernes Estados Unidos canceló una prueba del misil balístico intercontinental (ICBM) Minuteman III para evitar la escalada con Rusia o cualquier malinterpretación procedente del Kremlin. De hecho, el Gobierno estadounidense está tratando de no dar demasiada información sobre el armamento que está enviando a Ucrania. En el último paquete de asistencia de seguridad de 300 millones de dólares (unos 273 millones de euros), el Departamento de Defensa enumeró sistemas y armas específicos.

Estados Unidos prefiere encarar la guerra de forma cauta. En el mes de marzo ya rechazó el traslado de los cazas polacos MiG-29 a su base en Ramstein (Alemania) para ponerlos a disposición del Ejército ucraniano. EEUU declinó la propuesta porque, según Kirby, no tenían claro que hubiese “motivos suficientes” para llevar a cabo tal movimiento.

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