La aplicación biométrica, conocida como el «Servicio de Garantía de Identidad Digital», fue firmada en un decreto emitido por el primer ministro Jean Castex y el ministro del Interior Gerald Darmanin, según una declaración traducida publicada en el sitio web del gobierno francés. Permitirá a los ciudadanos franceses tener una tarjeta de identificación digital, que también cumple con el paquete de Identidad Digital Europea de la Unión Europea.

 Permitirá a los usuarios escanear su tarjeta de identidad física, que se utilizará para acceder a los servicios, según el medio francés BFMTV. La aplicación de identidad digital no registrará huellas dactilares, pero tendrá detalles como una foto, correo electrónico y direcciones físicas, fecha de nacimiento y nombres.

 La aplicación «permite al usuario, en particular, generar certificados electrónicos que contengan solo los atributos de identidad cuya transmisión considere necesaria a terceros de su elección», según el decreto del gobierno francés.

 Aunque el gobierno publicó algunos detalles del decreto, no está exactamente claro qué tan ampliamente se usará la aplicación en toda la sociedad francesa. Durante la pandemia de COVID-19, Francia fue uno de los primeros países europeos en adoptar un sistema de pasaportes de vacunas, lo que afectó a restaurantes, salones y algunas formas de transporte público.

 Cuando se firmó el decreto esta semana, el líder de Les Patriotes, Florian Philippot, llamó a los votantes franceses a resistir la medida. Philippot dijo que la medida equivale a un sistema de crédito social, similar al utilizado por el Partido Comunista Chino, para rastrear y castigar a las personas.

«Justo después de las elecciones, el gobierno anuncia el lanzamiento de ‘una aplicación de identidad digital'», escribió en Twitter. «El objetivo: poner el crédito social a la manera china. ¡Empresa de control y vigilancia!

 Los críticos de la identificación digital, incluida la Unión Americana de Libertades Civiles, han dicho que tales propuestas pondrían en peligro significativamente la privacidad de los usuarios.

«En segundo lugar, un sistema de identidad digital mal construido podría ser una pesadilla de privacidad. Tal sistema podría hacer que sea tan fácil pedir identificaciones de personas que estas demandas proliferen hasta que compartamos automáticamente nuestra identificación en todo momento, incluso en línea. Sin buenas protecciones de privacidad, las identificaciones digitales también podrían permitir el seguimiento centralizado de cada lugar (nuevamente, en línea y fuera de línea) que presentamos nuestra identificación», dijo la ACLU el año pasado en un comunicado.

 Mientras tanto, los votantes franceses volverán a acudir a las urnas en junio para las elecciones parlamentarias, donde el partido de Macron podría enfrentar el riesgo de perder su mayoría.

La Unión Europea está programada para introducir una aplicación de identidad digital en 2022, según una declaración del año pasado de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

«Permitirá a todos controlar su identidad en línea e interactuar con gobiernos y empresas en toda la UE», dijo von der Leyen.

 Evite la censura de Internet suscribiéndose directamente a nuestro canal de Telegram, Newsletter

Síguenos en Telegram: https://t.me/impactoespananoticias

Twitter: https://twitter.com/impactoSumustv