Abril ha dejado escapar sus últimos días disfrazado de julio. Y la entrada en mayo, aunque un poco más suave, ha alargado la tendencia que atenta contra aquel refrán de las ‘aguas mil’. Ahora, alcanzando el ecuador del quinto mes del año, desde la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) se advierte de otro giro brusco del timón.

Se aproxima un embolsamiento de aire frío en las capas altas de la atmósfera. Esto se traduce en una mayor inestabilidad y en un enfriamiento del ambiente. Aunque desde el jueves lloverá en algunos puntos del Cantábrico y Pirineos, con el regalo inusual de copos de nieve en las principales cadenas montañosas, todavía habrá que esperar un poco más hasta que estas nubes contagien los cielos del resto de la península.

Un viernes cargado de contrastes
 
Será al día siguiente, el viernes, cuando, en palabras del portavoz de la AEMET, Rubén del Campo, “esta situación en capas altas de la atmósfera, unida al flujo de norte que tenemos en superficie sobre la Península y también al viento marítimo en el Mediterráneo, serán los factores que hagan de este día el más inestable de la semana”.

Esta liberación fría y pasada por agua se ensañará con la cornisa cantábrica, bañando de precipitaciones el norte peninsular -especialmente el litoral vasco y la cordillera pirenaica- y moviendo el viento de esta zona hacia el nordeste, provocando chubascos en Cataluña y gran parte del este de la Ibérica.

 Mientras tanto, esta jornada hará gala de los contrastes en el termómetro que propicia la llegada de estas nubes de evolución en el norte. Ciudades como Sevilla o Córdoba, donde las máximas serán de 32 grados, poco tendrán que ver con otras del tercio norte peninsular: Pamplona, Burgos o Soria no superarán los 15.

Un fin de semana con más frío que lluvia
La tendencia iniciada por un viernes inestable traspasará el frío a un sábado que marcará las mínimas de la semana. Todavía se mantendrá la lluvia en el extremo norte de la península y, ahora sí, las nubes grises cargadas de chubascos podrían hacer acto de presencia a lo largo de toda la costa mediterránea. En cuanto a las islas, realidades diferentes: el viento dominará Canarias, mientras que Baleares puede registrar lluvias.

En esta tónica, el domingo no hará sino extender el ambiente a otros puntos del país. Eso sí, de forma menos fría. Aunque el este peninsular puede experimentar ciertas lluvias, la mitad occidental del país comenzará a despejar los cielos y a recuperar las temperaturas. Así se prepara el domingo para iniciar una nueva semana, por fin, acorde al clima que sugiere la fecha del calendario.

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