Cuando millones de españoles abren una cuenta en un banco de la tierra y transcurren meses o años, sentimos la sensación que ellos son como los dueños de nuestras perras, y cuando tratas de hacer operaciones de todo tipo observas como ponen dificultades, y el personal, adusto, te trata fríamente y en ocasiones como si fueran los amos de la situación.

Los bancos no son una ONG ciudadana, sino las filiales de las administraciones, desde el poderoso Estado amoral hasta de los ayuntamientos que suelen amenazarte con un embargo por no pagar una multa inmediatamente, recaudar para pagar cuantiosos sueldos a los partidos, políticos y fondos reservados intocables hasta para el vestuario, mírese el lujo que luce la ministra de Trabajo, Yolanda, con un vestuario diario de alto copete.

El relato que venimos ofreciendo en nuestros digitales en libertad del CASO DEL ANCIANO MALTRATADO por el banco catalán −habría que iniciarle un boicot afectuoso− y dos amados hijos que dejan a la intemperie al padre de 88 años que pide prestado a un hermano para comer hasta recibir la  pensión a finales de mes, es un brutal ejemplo  de una sociedad corrompida.

Ni siquiera aceptan dialogar, porque en el fondo  la avaricia supera una modesta herencia lejana− En otro análisis, en este periódico digital, pedimos un plan o un pacto de estado para blindar a los veinte millones de mayores, ancianos, jubilados y gente vulnerable en situaciones de maltrato porque no solo las famosas  RESIDENCIAS son suficientes sino coberturas sociales a domicilio como las que se levantan en naciones civilizadas.

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En la región murciana se va avanzando paso a paso a la espera de que la administración regional aumente su número pero necesita más colaboración de  la iniciativa privada, incluso de la Unión Europea, y estudiar planes factibles de ayuda como apoyo de cuidadoras para que nuestros padres y abuelos vivan en un régimen de vida más humano, ya que una gran mayoría no pueden sostenerse y es evidente que muy pocos desean ir a residencias anclados en la soledad, la depresión y las  enfermedades,  sufren, y mucho y duramente…

EFECTIVAMENTE, repetimos, se necesita urgentemente una LEY DE MAYORES, un pacto de estado sin riñas ideológicas, que tenga futuro,  para ellos. YA.

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