El Artículo 14 de la Constitución dice que los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de sexo.

Dos asesinatos de niños pequeños dejan por los suelos los dogmas sexistas de la izquierda
La pasmosa respuesta de Almeida a Ortega Smith: ¿acaso hay víctimas que no importan?

Sin embargo, a la hora de la verdad, casi todas las instituciones de España discriminan a las víctimas de asesinatos en función de su sexo, guardando minutos de silencio si la víctima es una mujer y no mostrando ningún tipo de duelo si la víctima es un varón o si la persona autora del asesinato ha sido una mujer. Así, nos vienen a decir que hay víctimas de primera y de segunda clase en función de su sexo, y esto lo dicen también algunos que presumen de “constitucionalistas”.

Ayer, en la pedanía leonesa de Villagarcía de la Vega, en el municipio de San Cristóbal de la Polantera, la Guardia Civil detuvo a una mujer de 56 años como presunta autora del asesinato de un hombre de 77 años con el que convivía. El crimen se cometió con un arma blanca.

A diferencia de lo ocurrido con otros crímenes, hoy por fin una institución ha llevado a cabo un acto de duelo por este crimen. El gobierno de Castilla y León ha hecho un minuto de silencio, pero sólo han ido el vicepresidente y los consejeros de Vox: los del PP no han asistido.

¿Por qué los miembros del PP no han asistido? Pues por el mismo motivo por el que otros cargos electos de ese partido no asisten a minutos de silencio por ciertos crímenes en otros sitios: la víctima era un hombre, y el PP ha asumido el discurso de la izquierda sobre la “violencia de género”, que prejuzga todo asesinato de una mujer a manos de un hombre como un acto de machismo y de opresión contra las mujeres (con independencia de cuál haya sido el móvil real del crimen). Con ese discurso, la izquierda quiere fomentar una guerra de sexos y convencer a las mujeres de que están oprimidas por los hombres.

Como ha hecho en tantas otras cosas, el PP se ha sometido a los dictados ideológicos de la izquierda, algo que por regla general ya es lamentable, pero que a la hora de discriminar a personas asesinadas en función de su sexo ya es algo aberrante y rastrero. No se puede presumir de “constitucionalista” y de defender la “igualdad” y la “moderación” y a la vez suscribir las tesis más radicales y discriminatorias de la izquierda, tesis que pisotean el Artículo 14 de la Constitución y que intentan fomentar una guerra de sexos (como la izquierda ya intentó antes fomentar una lucha de clases) hasta el extremo de decir que unos asesinatos importan y otros no, según cuál sea el sexo de la víctima.

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