El Congreso aprobó el martes,7 de junio, la Proposición de Ley Orgánica por la que se modifica la vigente de 1995 del Código Penal con el fin de prohibir el proxenetismo en todas sus formas sin exigir relación de explotación. Es decir, incluye no solo a quienes se lucran sino a quienes promuevan, favorezcan o faciliten la prostitución a otra persona, aun con consentimiento de la víctima.

También se castiga la tercería locativa (lucro de quien proporciona un lugar de prostitución) y a los clientes equiparando así la persona prostituida con la víctima del delito, que en ningún caso será sancionada. El texto será remitido a la comisión competente y se abrirá el plazo de presentación de enmiendas. En cualquier caso, se debería escuchar a las víctimas.

“El lobby de la industria del sexo está tratando de liberalizar y legalizar todas las actividades relacionadas con la prostitución, porque el negocio genera mucho dinero al año. No, no las mujeres prostituyéndose, sino el crimen organizado y los actores del terror internacional, como está probado” Yves Charpenel, exfiscal jefe francés.
La prostitución, el proxenetismo y la trata son violencia sexual y no pueden separarse. Por tanto, aunque la trata abarque más y la prostitución se ejerza por cuenta propia sin proxenta, todo conlleva a la denigración y deshumanización de la víctima prostituida.

Considero importante señalar que, según la OIM, (Organización Internacional para las Migraciones), en algunos casos, los proxenetas operan en connivencia con la policía, funcionarios públicos y políticos corruptos y que España es uno de los principales países consumidores de prostitución en Europa.

En la actualidad, el abordaje de toda esta lacra tiene dos modelos, la regulación por ley o la abolición.

La regulación considera a la persona prostituida como “trabajadora/or sexual”. La prostitución no es un trabajo ni un derecho ni tampoco debería ser una opción, porque en sí misma es violencia contra la mujer. Violencia severa, traumática, física, psicológica y emocional que a veces solo se hace evidente años después. Según estudios clínicos, los trastornos de estrés postraumático son equiparables a las víctimas de tortura o veteranos de guerra. Incluso tras años de terapia, las mujeres dicen que pueden ver objetivamente su valor pero no sentirlo porque continúan sintiéndose como un “pedazo de basura”, tal como fueron tratadas en la prostitución.

Cabe señalar que en Alemania, desde que se legalizó la prostitución en 2002, la sociedad y las instituciones políticas, educativas y judiciales, han dejado de cuestionar la violencia contra las mujeres. Se ha internalizado y al contrario de lo que supuestamente se pretendía, más de la mitad de las prostitutas trabajan de manera ilegal, sin derechos sociales ni seguridad social.

La policía alemana afirma que la regulación no ayuda a prevenir el tráfico de mujeres, ya que resulta muy difícil probar los incumplimientos de la ley debido al miedo de las víctimas a denunciar, entre otras cosas. Las guías turísticas oficiales ofrecen promociones de burdeles y existen “menus” por internet, en los que los clientes pueden elegir todas las aberraciones que quieran “a la carta”.

En definitiva, la prostitución regulada se convierte en el marco perfecto para la coerción contra la mujer y es fomentada por los mismos proxenetas quienes incluso pagan y financian las campañas de legalización.

El otro modelo, el abolicionismo o “modelo nórdico”, se aplica en Suecia desde 1999, en Islandia y en Noruega. Es el que parece querer seguir el gobierno español y el que apoyan la mayoría de las víctimas supervivientes de trata y feministas.

Pese a que muchos piensan que una ley punitiva es un error, la realidad es que Suecia ha reducido drásticamente la demanda de prostitución y ha habido un cambio abismal en la actitud del ciudadano, consiguiendo que el 80% apoye el abolicionismo.

En cualquier caso, en este modelo se considera que aparte de penalizar, se ha de ofrecer salidas y garantizar los derechos de las víctimas a la atención física, psicológica y jurídicial, así como concienciar a la sociedad contra la violencia sexual incluyendo la pornografía y la hipersexualización de las mujeres en la publicidad .

Dicho todo esto, me gustaría señalar que hay muchos tipos de prostitución o maneras de ejercerla. Hay mujeres que llegan a ella víctimas de abusos sexuales brutales desde su niñez, engañadas y metidas en redes de prostitución y trata. Pero también hay mujeres que la ejercen de manera voluntaria como prostitución de lujo o no. Estas son algunas de sus declaraciones realizadas en un documental de “La 2” emitido recientemente.

“Cada persona es libre de hacer lo que quiera, es una opción y nadie me obliga a ejercer esto”. Prostituta por cuenta propia.

“Yo creo que en general hay gente que identifica el sexo como una cosa muy íntima, pero para mí, ha pasado a ser un entretenimiento más. Realmente en qué se diferencia que yo esté dando un masaje terapéutico a que esté realizando una mam... Es lo mismo, el cuerpo de una persona con tu cuerpo, piel con piel”. Prostituta por cuenta propia.
Estas mujeres que por voluntad recurren a la prostitución teniendo opciones para no hacerlo por ser peor pagadas, o aquellas que venden pornografía y/o prostitución en vivo y en directo ( prostitución 2.0) como las “camgirls o modelos de Webcam” (mujeres jóvenes que “se transmiten” a través de Internet usando su webcam cobrando “on line”) están en realidad apoyando y reforzando todo el entramado de la trata y comercio sexual. Están ayudando a todo el horror sufrido por sus congéneres, mujeres que no han podido elegir y que si sobreviven, lo harán marcadas para siempre con secuelas físicas y psíquicas. En la misma línea está el “sugardating” o citas de mujeres universitarias (sugar baby) con hombres de alto poder adquisitivo (sugar daddy) que puede llegar igualmente a prostitución encubierta.

Este progresivo aumento de la prostitución en internet resulta muy preocupante. Un estudio publicado por la fundación Scelles, afirma que WhatsApp, Tinder, Facebook, Instagram, o Snapchat se usan cada vez más para la prostitución. Por tanto, se debería responsabilizar o penalizar también a estas plataformas.

Señoras, madames, también mesieses, las mujeres (y hombres) que están en mejor condición, ya sea económica, vital, humana, mental, psicológica o social, son siempre quienes deben, por mínima humanidad, solidarizarse y ayudar a las más débiles, a aquellas que han pasado vejaciones, situaciones traumáticas, engaños, violaciones y brutalidades varias. Deben solidarizarse y ayudar a aquellas a quienes han invalidado como personas, como seres humanos, a aquellas a quienes, en definitiva han violado hasta el alma.

Parece inevitable concluir que, como mínimo, esta plaga inmunda que es la prostitución en todas sus formas, es producto del sistema patriarcal sí, pero este patriarcado está en muchos casos apoyado y sustentado por las propias mujeres. Eso sí, por aquellas que pueden elegir y su situación social se lo permita. Las demás que se mueran y se sacrifiquen para que algunos hombres puedan tener sexo cuando quieran, con quien quieran y como quieran.

“El denominador común en la prostitución es la violencia. Lograron romper el movimiento feminista y con el movimiento LGTBIQ tan potente ya no nos llaman mujeres. Somos cuerpos, úteros, vaginas, tetas, anos… En cuanto a las mujeres que apoyan desde la pseudoizquierda que seamos putas les digo que son el patriarcado con purpurina”. Sonia Sánchez. Sobreviviente de trata. Abolicionista.
Por cierto, ¿qué será de los Servicios de Inteligencia, Fuerzas y demás que utilizan a sus “huríes y huríos prostitutas” para obtener información ? Bueno, supongo que están dentro de lo que llaman “la defensa del Estado” y que además, son las bien pagás…

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