El viernes pasado se celebró en el más absoluto silencio institucional, político y mediático el DIA MUNDIAL DE LOS DERECHOS HUMANOS, al menos en nuestro país, salvo algún comentario olvidado escrito por algunos románticos. De qué derechos nos hablan. Quizás de la permisividad delictiva, de la relajación ética, del vale todo y aquí vivimos de p…m… Las carreteras llenas, las playas, los montes, los restaurantes, los hoteles, los bares, los comercios.

La juerga padre en un puente donde pagaremos peajes, ya, hoy, mañana. Las navidades, nochevieja, año nuevo, reyes, a oscuras.

Ni a propósito el desmadre irresponsable, permitido por los 17 gobiernos regionales y el vaciado de la Moncloa, que se lava las manos. Eso sí el caudillo socialisto pregona que en este país no pasa nada, que somos los mejores de Europa en el tratamiento, pero no descubre los 120.000 muertos en las sucesivas olas de luto y vergüenza en las residencias privadas y públicas rozando los 80.000 ancianos rotos, solos, abandonados, enterrados, porque los escudos sociales es basura electoralista.

Pero el líder de la coalición no dice ni una jodida palabra de la vulneración de los derechos humanos de las clases medias y trabajadoras que pagan los platos rotos y los impuestos salvajes, un país en el que los ricos son más ricos y los pobres más pobres, en un clima de creciente violencia sicológica y física –  con una sociedad desinformada por una mayoría de medios de comunicación alquilados a base de cheques millonarios, sin escrúpulos deontológicos que gira una clase política que no conoce el dolor del paro, instalada en las bancadas de lujo parlamentario, nacionales, regionales y locales, olvidados de la España vaciada y los hogares fríos por el  hielo de las facturas eléctricas y la cesta de la compra vacía por el acoso de los precios.

En un país incapaz de resolver, sin  mujeres y hombres gestores, servidores y sin cualidades de perfiles estatales, de mangas anchas y verdes a buena hora.
 
Derechos humanos ¿qué derechos, facilitar a los dictadores tercermundistas, coronados o no, la fuga de cientos de miles, de millones de ciudadanos, castigados por el hambre y los campos de exterminio, y la violencia de género contra homos, mujeres y varones rebeldes?

No, no demos facilidades, el frente de lucha está en sus territorios, lo saben en la ONU pero en este escenario hay más de un centenar de delegaciones de naciones genocidas, y un consejo de seguridad corrompido por ideologías que machacan la libertad y representan  a los grandes sistemas globales, y religiosos.
 
Me siento bien leyendo que un hotel murciano ha sido habilitado para refugiados, pero pido que no se olviden que en nuestra retaguardia, aquí al lado, en nuestro mundo, viven millones de necesitados en penosas circunstancias humanas, el amor fraterno es el principal principio de los derechos humanos, amar al prójimo como a ti mismo.
 
EPILOGO.- Los derechos humanos existen pero no se respetan, ni se apoyan, ni entusiasman en distintos momentos de nuestras vidas, incluyendo instantes lúdicos, cuando seguimos determinados programas televisivos que nos intoxican. Soy cliente de MOVISTAR porque hace un año me creí los mensajes publicitarios, esos que el ministro Garzón cree que necesitan una mano de pintura blanca, lleva razón esta vez pero por ser un juguete peligroso.

El caso es que en sus 120 canales hay algo que huele mal porque parece publicidad sumergida, propaganda pagada y mentiras. En los extenso reportajes de VIAJES, DMAX Y ODISEA en numerosas ocasiones — producidos por ingleses, franceses yankis y chinos– se castiga a nuestro país pero en cambio se jalea los «éxitos» asombrosos del turismo, la gastronomía y el desarrollo económico y social de estas naciones, nos atizan con adjetivos que nos vituperan.
 
Lo deleznable son informes maravillosos del paraíso comunista chino, hasta dos horas y repetidos durante semanas. Publicidad pagada de la BBC británica explicando la excelencia de sus trenes y castillos, la ferocidad, que lo es, de Alemania nazi, pero ni una linea sobre el genocidio comunista ejercido en al menos doce paises.

En fin que tengo derecho a darme de baja de Movistar, he captado los mensajes, pero otros telespectadores picaran en el anzuelo envenenado, sin derecho a pedir cuentas.

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Sureste Press