Un Juzgado de Lo Penal de València ha condenado a diez meses de prisión a una mujer por «desarrollar comportamientos activos e insistentes» para que su nieta simulase un delito de abuso sexual, malos tratos y secuestro, denunciase falsamente a su exmarido y abuelo de la niña, y por instarla a que abandonara el domicilio familiar, todo ello «con la intención de destruir el vínculo afectivo entre la menor y su abuelo». 

Se trata de casos aislados y aquellos que se producen difícilmente llegan a ser condenados, al ser complicado poder acreditar que un menor ha sido inducido por su padre o madre para acusar falsamente a su otro progenitor de hechos delictivos sobre su persona como abusos sexuales o malos tratos, pero he aquí una sentencia condenatoria por este síndrome de alienación parental, no reconocido por la comunidad científica internacional.

En este caso los tutores de la niña eran los abuelos pero el móvil espurio de las acusaciones falsas también radica en la separación de éstos y en la lucha por la custodia de la menor, trasfondo que suele estar detrás de estas denuncias falsas –cuya incidencia acreditada en juicio es mínima–. 

Cuando en julio de 2016 los tribunales reconocieron al abuelo como único tutor de la niña, entonces de doce años, la ahora condenada comenzó a realizar «comportamientos manipuladores y hostiles hacia mi representado, instrumentalizando para ello a la citada menor», según detalla en su escrito de conclusiones José Enrique Segrelles, letrado que ejercía la acusación particular contra la abuela de la menor y exmujer de su cliente.

Los informes de Urgencias del hospital acreditan que la menor sufrió maltrato psicológico infantil
Inicialmente la acusada se enfrentaba a penas que ascendían a los diez años de cárcel, según la petición de la acusación. Concretamente se solicitaba cinco años de prisión por el delito continuado de proposición para cometer una extorsión, tres años por un delito de violencia psíquica habitual sobre menor de edad, dos años más por un delito continuado de inducción a menor de edad a abandonar el domicilio familiar y una multa de 3.600 euros por simulación de delito.

Tras el acuerdo de conformidad alcanzado el día del juicio y reconocer su responsabilidad la acusada, finalmente se le condena solo a diez meses de cárcel por los delitos de maltrato psíquico habitual e inducción a abandono de domicilio. Absolviéndole de los otros dos delitos que se le imputaban, entre ellos la simulación de delito.

Pese a los hechos declarados probados en sentencia, ni siquiera en este caso se le condena por la denuncia falsa en sí que interpuso la menor ante la Guardia Civil. Además, la pena final es baja porque la propia Fiscalía apreciaba ya una eximente incompleta por alteración psíquica ya que la acusada «padece un trastorno patológico ansioso depresivo crónico y estrés postraumático que afecta a sus facultades intelectivas y volitivas».

La juez declara probado que la acusada, de 60 años, «desarrolló comportamientos activos e insistentes» para que la menor simulase un delito de abuso sexual y un secuestro y denunciase a su abuelo –exmarido de la condenada– ante la Guardia Civil. Además la indujo a que abandonara el domicilio en el que convivía con el abuelo, su tutor legal.

La acusada «padece un trastorno patológico ansioso depresivo crónico que afecta a sus facultades intelectivas y volitivas»
Igualmente le insistió a la menor para que causara desperfectos en electrodomésticos y en muebles de la casa. Hasta tal punto llegaba la instrumentalización de la menor que la acusada la llevó al Hospital La Fe de València el 24 de mayo de 2017 para que la atendiesen por una «falsa agresión cometida por el abuelo», pero el personal sanitario detectó que había cosas raras en su declaración.

La sentencia declara probado que la condenada «profería insultos hacia la menor, utilizando en alguna ocasión el castigo físico, echándola una vez de casa y desarrollando un control absoluto de contactos, familiares y amigos». Debido a ello la menor fue diagnosticada de maltrato psicológico infantil por informes de urgencias y presenta actualmente temor y rechazo hacia su abuela.

Síndrome de Alienación Parental

El llamado Síndrome de Alienación Parental, sin base científica y concepto prohibido por la Ley de Protección Integral a la Infancia frente a la Violencia, consiste en una campaña de denigración contra un progenitor por parte del otro (bien sea el padre o la madre), durante un proceso de divorcio por las disputas por la custodia de un hijo, introduciéndole a éste ideas falsas en la cabeza.

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