Un particular ha denunciado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por no declarar en su declaración del IRPF los regalos que ha recibido durante su mandato. La denuncia es del pasado mes de abril, advirtiendo de que el Ministerio de la Presidencia se niega a facilitar el inventario de obsequios hasta que «se produzca el cese en el cargo del Jefe del Ejecutivo», remitiéndose a leyes que no prescriben esto mismo.

El solicitante de esta información, el abogado Guillermo Rocafort, es el mismo que ahora ha recurrido ante Hacienda denunciando que «el presidente del Gobierno no está inventariando los regalos institucionales que ha recibido por su cargo y tampoco está dando traslado de los mismos a Patrimonio Nacional, por lo que es evidente que los tiene en su poder y está haciendo un uso de ellos durante su mandato». 

 El gabinete de Félix Bolaños, en la resolución a la que tuvo acceso este medio, se remitió a la Ley 19/2013 de Transparencia y a la Ley 33/2023 de Patrimonio para concluir que «la elaboración del inventario de los regalos de relevancia institucional recibidos por el presidente del Gobierno se realizará al final de la legislatura, momento en el cual se inician las tareas de revisión y clasificación necesarias para que los bienes, una vez inventariados, se incorporen al Patrimonio del Estado».

Sin embargo, tal y como denunció el abogado solicitante, ninguna de esas normas prescribe que el inventario deba realizarse al final de la legislatura. Y aun siendo este el caso, Rocafort recordó que estamos ante la tercera legislatura de Sánchez como presidente:

«Por tanto, de ser cierto este criterio administrativo, ya tendrían que estar inventariados y entregados al Patrimonio del Estado los obsequios recibidos en el periodo 2018-2019 correspondiente a sus dos primeras legislaturas».

La denuncia del abogado
Por lo expuesto, ha procedido a denunciar fiscalmente a D. Pedro Sánchez Castejón. «Entiendo que habría que abrir una inspección tributaria contra el presidente de Gobierno por este motivo desde el periodo de 2018 que asumió el cargo hasta el momento presente, y en las oportunas liquidaciones, habrá que sumar los intereses de demora, los apremios y las sanciones correspondientes», alega la denuncia.

El texto de la misma recalca que «mientras que al Rey emérito se le ha abierto una inspección por no haber declarado los regalos que ha recibido de países extranjeros, lo mismo hay que hacer con el presidente del Gobierno, pues de lo contrario habría un trato discriminatorio».

En este sentido, también resalta que «cualquier trabajador que recibiera este tipo de cesiones de bienes, como un vehículo de empresa, tendría que tributar por dicha remuneración en especie por su cargo laboral».

 «Desde la Agencia Tributaria deberían apercibir al presidente del Gobierno a que procediera a un inventariado inmediato de dichos regalos institucionales, para que ninguno se pierda o se deteriore por un mal uso o mantenimiento», abunda la denuncia de Rocafort, que zanja:

«En caso de que la cifra del importe presuntamente defraudado alcanzase los límites de lo que se consideraría un delito fiscal, la Agencia Tributaria tendría que dar traslado a la Fiscalía General del Estado al objeto de que solicitara el oportuno suplicatorio al Congreso por una presunta evasión fiscal».

El diputado del Grupo Mixto Pablo Cambronero se sirvió de esta misma para, mediante una pregunta a la Mesa del Congreso, de obligada respuesta, exigir conocer «cuántos regalos, presentes, dádivas o cualquier otro obsequio ha recibido el presidente del Gobierno desde que ostenta el cargo», además de si dichos objetos han sido valorados (como prescribe la ley) y a cuánto asciende el valor de los mismos. La reclamación del exdiputado de Ciudadanos es extensiva a los ministros.

   Si los expresidentes del Gobierno son un espejo en el que se mira Pedro Sánchez, estaríamos hablando de joyas de oro, platino, rubíes, zafiros, esmeraldas, colmillos de marfil, tricornios y todo tipo de dádivas. Tal y como informo la revista Tiempo en 2016, Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez acumularon 1.224 objetos desde 1982. El descubrimiento se hizo en virtud de la Ley de Transparencia. 

Felipe González recibió 375 regalos en sus 14 años de mandato que pasaron al inventario. En el caso de los ocho años de Zapatero, los obsequios ascendieron a 529 y José María Aznar, por su parte, fue agasajado con 320 en sus otros ocho años como presidente. Esto es, los socialistas fueron los más agasajados.

El inventario de regalos y obsequios recibidos por Mariano Rajoy jamás trascendió, seguramente porque nadie cayó en esta reivindicación, pero es cierto que las modernas relaciones internacionales se caracterizan por una mayor austeridad que las de antaño.

Aún hay países, sobre todo de la península arábiga, que ofrecen presentes de valores desorbitados, pero ahora los servicios de protocolo intentan aplacar informando previamente a sus homólogos de que no se consideran adecuados los regalos caros en las visitas. Habrá que esperar, como mínimo, hasta 2024 para saber si Sánchez ha recibido tantos presentes como sus predecesores socialistas.

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FUENTE:TO