El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, ofrecerá a los presos dos menús especiales en las cárceles del país. El mandatario gastará 11,8 millones de euros para brindar a los reos la posibilidad de elegir entre dos platos que serán elaborados y adaptados a su edad, salud, clima, costumbres e incluso, a sus convicciones religiosas.

El ministerio de Interior junto a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias contrató a dos empresas para brindar “raciones con variedad, equilibrio y suficiencia” que garanticen macronutrientes, grasas, proteínas, vitaminas y minerales a los procesados por homicidio, robo o violación, entre otros delitos.

La orden de Sánchez es “proporcionar a los internos una alimentación convenientemente preparada, que debe responder a las exigencias dietéticas de la población penitenciaria”. El costo de su iniciativa rondará los 3,62 euros diarios, por cada uno de los 55000 privados de libertad que hay en la nación.

El monto cubrirá el desayuno, almuerzo y cena. Sin embargo, los centros de internamientos de extranjeros y centros de atención temporal de extranjeros fueron excluidos.

 Un gasto en aumento que impulsa el gobierno socialista

La aprobación de una nueva millonaria suma de recursos, la cual se destina a beneficiar con menús a los privados de libertad en las cárceles de España, abulta el gasto estatal que acumula la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias.  La instancia ya gasta 71 euros diariamente en cada uno de los presos. Con esta cifra, el sistema penitenciario español supera el promedio de 49 euros que reportan el resto de los miembros de la Unión Europea.

Esa diferencia demanda al menos 1107 millones de euros anuales, para cubrir los sueldos de los 23000 funcionarios de prisiones, agua, electricidad, gas, y a la atención sanitaria de los internos, estimada en 56 millones de euros al año.

Al margen del presupuesto actual, Sánchez autorizó que la empresa Albie, especialista en alimentación en colegios, así como a la Plataforma Femar, dedicada a la comercialización de productos alimentarios, obtuvieran los contratos que rigen a partir de 2024.

Carta con sabor
El compromiso de las empresas proveedoras es servir a los reos españoles una ración de desayuno compuesta  por un brik de leche y/o batido de cacao y/o zumo de mínimo de 200 mililitros, galletas y/o magdalenas, pan tostado y/o palmeras de hojaldre.

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Con ellos, Sánchez espera aportar un “mínimo calórico” de 450 kilocalorías por ración, guardando una proporción alimenticia adecuada de proteínas, hidratos de carbono y grasas. En el caso del almuerzo y la cena, la condición de los contratos es abastecer de 850 calorías a los privados de libertad y el peso mínimo de la ración será de 400 gramos.

El plato debe contener desde legumbres, cereales, tubérculos o verduras, con carne de vacuno, avícola o pescado y pan de molde o tostado formarán parte de estos menús.

Los detenidos intolerantes al gluten, como los celíacos, así como también de distintas creencias o religiones también se consideraron para las provisiones y recibirán una dieta “especial” que estipula frutas, hortalizas, aves y carnes como costilla de cordero, costilla de ternera y entrecot de vacuno. Los pescados como lenguado, merluza, dorada, salmón o rodaballo, también estará entre la variedad de opciones para alimentarse.

La marcada diferencia de Sánchez con Nayib Bukele
Los privilegios de los detenidos en España con menús especiales en las cárceles bajo el gobierno socialista de Pedro Sánchez contrastan con las medidas adoptadas por el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, quien ordenó el cobro de productos de primera necesidad a los allegados o familiares de los prisioneros del Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT).

En el país centroamericano, los detenidos en el recinto ubicado a las afueras de la ciudad de Tecoluca deben pagar 35 dólares por alimentación, 15 dólares por artículos de higiene, 30 por vestimenta, 20 por limpieza de área y 70 por misceláneos.

Arroz, un caldo hecho a base de frijoles  y dos tortillas de maíz es el menú que el CECOT sirve a los pandilleros de las estructuras criminales Mara Salvatrucha (MS-13), Barrio 18-Sureños y Barrio 18-Revolucionarios. Es el mismo menú para el desayuno, almuerzo y cena todos los días. La única alteración es la sustitución del arroz por el espagueti.

Si bien la comida la suministra una empresa, tres veces al día son los reos en fase de confianza quienes la racionan en el penal y entregan a través de las rejas a cada interno.

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