Los móviles encriptados de narcos destapan a decenas de agentes corrompidos. Asuntos Internos sigue el rastro de policías y guardias civiles tras el descifrado de miles de mensajes y correos. Hay que ponerle nombre a quienes están detrás, funcionarios o delincuentes. Se rompe el pantano o los embalses por la sequia en un país donde la nación ha entrado en fase de un tratamiento paliativo, desbordada por el barro. No, no hay que generalizar, pero si advertir del peligro.

El populismo es un río que, junto a la demagogia, elimina la compasión. Basta señalar  que en los últimos años los delitos de violencia sexual han crecido en un noventa por ciento. Datos oficiales de un ministerio del gobierno feminista. Se ha establecido una crisis crónica, una marea peligrosa, y se llega a situaciones que nos desbordan, como este caso que se refleja en los titulares de este comentario  editorial, que publicaba ayer  lunes un periódico de Madrid, la corte.

Lo que nos preocupa seriamente es si esta gente que no honra sus uniformes irán a la cárcel o si se pasaran unas vacaciones en una celda, con las modificaciones aprobadas el viernes pasado, en el Parlamento, que atañen el Código Civil, para cubrir a los golpistas y a los sinvergüenzas de los ERE andaluces, amigos y clientes y afiliados del nuevo PSOE.

No es de recibo. El pasado martes, hace una semana, ante los angustiados y contritos diputados de GRUPO SANCHISTA, el martillo de  herejes, el portavoz PATXI LÓPEZ alquilado, les predicó textualmente: «Es un momento duro. Nos toca aguantar. ESTO TAMBIÉN  PASARÁ».

«Esto» era, sobre todo, el bochorno interno por el abaratamiento de las penas por malversación con el fin de beneficiar a los golpistas del ERC y compañeros de viaje, condenados por delitos,  delitos conectados claramente con la corrupción después de haber arrojado a Rajoy a los leones por corrupción pepera, en Madrid, Murcia, Valencia y otras pedanías. Hoy toda la mierda por limpiar está en manos de los jueces, que tampoco andan en su mejor momento, porque los altos cargos de los poderes están en mano de los partidos, corrompidos moral e ideológicamente, Podemos los primeros, cómplices necesarios.

Sacando de madre, el ayuntamiento de Murcia capital, ha ordenado castrar a miles de mininos, porque contaminan, luego serán los perros y por qué  no otras mascotas. Se sabe científicamente que gracias  los gatitos miles de ratas desaparecen de las grandes urbes y hogares. En Nueva York donde las ratas han invadido la Gran Manzana, el alcalde ha alertado del peligro-.La política electoral ha caído muy bajo, todo vale, pero los animales no votan. Esta gente nos montan un circo y nos invitan al show, en el Parlamento, en la calle y en los medios…

El lector se preguntará cuánto cuesta esta OPERACION MIAU, 20.000 gatos, un importe millonario, capturar, uno a uno a los mininos, llevarlos a una clínica para que ser castrados, ponerle la chapa y liberarlos, es decir, seguir vivos. Menos mal. Ellos no recibirán tres folios de aviso de recaudación fiscal y amenaza de embargarte, porque no has pagado el sello del coche o otra de las pagamentas que nos atosigan, y capar a los animales.

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