El PSOE ha resucitado a Junts por mantener La Moncloa y ahora los de Carles Puigdemont se rebelan contra su creador. Los independentistas han protagonizado y dado una soberana humillación a los socialistas de Pedro Sánchez con su rechazo a la amnistía.

Los socialistas tienen ahora un mes para poder deshacer el entuerto, pero no va a cambiar una coma de la ley de amnistía, aunque esa misma cantinela también lo aseguraron con los indultos, la inconstitucionalidad de la medida de gracia y que no se tocará.

 El PSOE aviva con su silencio en el Congreso de los Diputados los ataques a los jueces por parte de los socios. No obstante, el propio Gobierno, a través de Sumar y la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha dado luz verde a los señalamientos judiciales con nombre y apellidos.

Junts, ERC y Sumar no tienen reparo alguno a la hora de escudarse en su escaño para atacar públicamente a los magistrados y jueces que investigan a Carles Puigdemont por terrorismo, alta traición y las conexiones con Rusia, poniendo en riesgo la seguridad de España.

Los descalificativos utilizados son muy graves, como «jueces prevaricaridores» o considerar que la cúpula judicial es «corrupta». Ningún diputado socialista alzó la voz para defender a Pablo Llarena, Manuel García Castellón o Joaquín Aguirre. Ni un solo ministro, como Félix Bolaños, desautorizó a ninguno de sus socios, a pesar de desautorizar a Ribera por hacerlo.

El PSOE calla, como lo hace el PSC de Salvador Illa en Cataluña ante los atropellos cometidos por los independentistas desde hace más de una década.

Bolaños sí optó por atacar al PP y Vox ante el rotundo rechazo de Junts a la amnistía, que tal y como está planteada permitiría enjuiciar a Carles Puigdemont. El ministro de Justicia afirma que Junts ha votado junto a PP y Vox, que buscan «encarcelarles e ilegalizarles» (a los independentistas).

La humillante derrota en la primera votación de una ley en esta legislatura deja al PSOE muy tocado de cara a futuras negociaciones. Los socialistas reiteran, por ahora, que la redacción de la ley es «impecable» y el objetivo que se persigue está cubierto.

Los de Pedro Sánchez y Santos Cerdán tienen ahora un mes para poder modificar la redacción en la comisión de Justicia del Congreso y presentar de nuevo la ley, eso sí, mejorada para no volver a realizar un ridículo espantoso.

Como ocurrió en la tramitación de las enmiendas, la presidenta del Congreso, Francina Armengol, permitió dar más tiempo a los negociadores para lograr el acuerdo. En concreto, una hora desde que se posicionaron todos los grupos hasta la votación final. Esta vez no hubo problemas informáticos, como excusó en la presentación de enmiendas.

 PEDRO SÁNCHEZ Y EL PSOE, ARRODILLADOS
Puigdemont, no obstante, se ha mostrado inflexible. El prófugo de Waterloo exige la exoneración de todos los investigados y frenar la «pulsión patriótica» de jueces y fiscales. «Es lo que hemos intentado todas estas semanas, hasta el final; nadie podrá decir que no hemos tenido voluntad de llegar a un acuerdo. Pero no lo hemos conseguido», ha sostenido en un mensaje de Twitter tras el rechazo de Junts a la ley de amnistía, que deja a Pedro Sánchez ante el dilema de convocar elecciones o taparse los ojos y echarse al monte lo que queda de legislatura.

 Junts no quiere una amnistía a medias o una mayoría de beneficiarios. Lo quiere un absoluto blindaje sobre todas las investigaciones sobre independentistas por cometer presuntos delitos de terrorismo. Por ahora, los socialistas se aferran un mes más en La Moncloa, mientras en marzo comenzará la tramitación de los Presupuestos, aunque Junts aumentará aún más su presión si no se aprueba definitivamente la ley de amnistía.

Bolaños considera que la ley de amnistía es constitucional, pero continúa sin mostrar la razón por la que se daría luz verde a esta norma. El PSOE y el Gobierno hablan de normalidad en Cataluña, cuando la convivencia comenzó a tejerse desde la aplicación del 155 de la Constitución y se desinfló el suflé separatista.

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De hecho, Junts fue irrelevante en las votaciones del Congreso durante la pasada legislatura, hasta el punto de aplicarse un cordón sanitario sobre Míriam Nogueras y compañía liderado por el PSOE, ERC y Podemos.

Lejos de reprochar la acción de Junts, el PSOE insiste en guardar silencio ante los continuos ataques a jueces, al tiempo que afirma que la ley de amnistía es «constitucional, impecable, que es una garantía de solidez y de robustez jurídica para todos».

Es decir, para Bolaños no habría posibilidad posibilidad de que el TJUE pudiera tumbar la norma, al tiempo que aumenta las sospechas sobre la colaboración del presidente del TC, Cándido Conde-Pumpido, en la redacción del texto. Y es que, la seguridad del ministro de Justicia es demasiada para una norma que no ha llegado a aprobarse pese a trabajar desde hace meses en el acuerdo con Junts.

 EL MONSTRUO INDEPENDENTISTA DEVORA AL PSOE
Con todo, el PSOE ha mostrado sus dos caras, la de Ferraz y la de la Tribuna de oradores en el Congreso de los Diputados, al asegurar, por un lado, que «cada vez que el Ejecutivo mueve ficha, un juez mueve ficha», como se ha asegurado en la sede socialista; mientras Francisco Aranda, portavoz en la comisión de Justicia de la Cámara Baja, afirma que respetan la separación de poderes mientras la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha cargado contra el juez Manuel García Castellón públicamente por investigar los hechos del ‘procés’.

La posición de perfil de los socialistas se ha sostenido en la misma retahíla elaborada hasta ahora para defender la amnistía, pero sin incluir las exigencias de Junts, quienes han perdido todas las votaciones por sus enmiendas. «La Constitución no está en riesgo cuando se compromete la convivencia», ha afirmado el portavoz de la comisión de Justicia.

«Habrá opiniones, decisiones que nos gusten más o menos, pero de ahí no nos vamos a mover. Nunca», ha asegurado la nueva portavoz del PSOE, Esther Peña. «Nosotros a lo que estamos es a que esta ley de amnistía, esa ley del reencuentro, se pueda aprobar mañana en la sede de la soberanía nacional y que a partir de ahí dejemos atrás ese trauma que ha supuesto para nuestra sociedad lo que sucedió en Cataluña», ha afirmado.

 En este sentido, el discurso del PSOE está girando radicalmente respecto al de investidura de Pedro Sánchez, cuando el presidente del Gobierno consideró que el ‘procés’ nunca debió salir de la política, es decir, nunca debió investigarse judicialmente a pesar del órdago al Estado de Derecho y al orden constitucional.

Asimismo, Sánchez, medio ausente en las ponencias para justificar el voto de cada uno de los partidos, tuvo que endurecer su discurso tras el enfado monumental de Míriam Nogueras, portavoz de Junts, quien rechazó el discurso del perdón. De hecho, tal fue el cabreo que Santos Cerdán, número tres de Ferraz, acudió al despacho de Nogueras para tratar de limar asperezas, pero finalmente Junts impuso el criterio bajo la amenaza de no votar a favor del PSOE.

 Algunas fuentes políticas, consultadas, señalan que Sánchez ha llegado incluso a hablar con los interlocutores de Junts, junto a Félix Bolaños, ministro de Justicia. Finalmente, no se ha llegado a ningún acuerdo con los de Puigdemont y la ley de amnistía decae en la Cámara Baja, aunque se ha aprobado el dictamen de la misma con 177 votos a favor. Junts ha tumbado la amnistía con 179 votos en contra, 171 a favor y ninguna abstención.

ERC Y SUS INSULTOS A JUECES, SIN RESPUESTA DEL PSOE
ERC ha tildado la ley de amnistía de «robusta» y cuenta con seguridad jurídica ante los previsibles recursos del PP y de Vox y las posibles dudas de aplicación que planteen los tribunales, según apuntan fuentes socialistas. Para los republicanos de Oriol Junqueras, presente en el Congreso, la mejor opción era no arriesgarse a una nueva e incierta negociación y aprobarla tal como está, sin «caer en la trampa» de jueces «prevaricadores» que comparten «intereses espurios» con la derecha.

«La ley tiene fuerza suficiente para no ir cambiándola en función de las investigaciones prospectivas de unos jueces que claramente prevarican y la quieren hacer naufragar», ha indicado Vallugera, sin que nadie en el PSOE haya roto lanza alguna en favor de los jueces y reprochado las palabras de la diputada de ERC.

 «Esta amnistía no va ni de Puigdemont de ni de Rovira, va de las 1.500 personas que hace siete años tiene su vida en tela de juicio porque el Estado les está reprimiendo», ha afirmado. No obstante, la cifra de Junts alcanza a las 4.000 personas beneficiarias.

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FUENTE: MONCLOA