El maquiavelismo, es decir, la idea de que el fin justifica lo medios, suele ser interpretado como una mezcla de astucia y maldad. Viendo la falta de escrúpulos que domina su actuación pública, Sánchez aporta mucha vileza a esa mezcla, y por ello mucha gente cree también que anda sobrado en astucia, pero no es así.

Sánchez suele cometer un error fatal y típico de políticos como él, que vive rodeado de aduladores y muy alejado de la realidad: el exceso de confianza.

El pasado jueves señalé aquí uno de los errores que Sánchez cometió con esa farsa: ahora toda la prensa internacional se ha enterado del escándalo de su mujer,.

Es decir, de que se dedicaba a hacer tratos con empresas que recibían subvenciones del gobierno presidido por su marido, algo que independientemente de que sea calificado como un delito o no -eso será la Justicia la que deba determinarlo valorando las pruebas existentes-, es éticamente insostenible en una democracia y debería dar lugar a la regulación de la figura del consorte del presidente del gobierno para evitar que situaciones así se puedan repetir.

Un «bochornoso espectáculo» que es «indigno de un primer ministro»

Los socialistas tienen muchos periodistas afines entre los medios españoles, pero la imagen de Sánchez en los medios extranjeros se ha desplomado. Un ejemplo de ello es un comentario publicado este lunes por el medio alemán Der Spiegel: "El bochornoso espectáculo de Pedro Sánchez". El artículo destroza a Sánchez y señala lo siguiente como la explicación más probable para su farsa:

Sánchez levantó una cortina de humo para evitar un debate embarazoso sobre los negocios de su esposa y, en cambio, sacar a la luz pública los métodos sucios de sus oponentes.

Pero de una forma u otra, una cosa es segura: Sánchez ha convertido la política española en una telenovela durante los últimos cinco días. El extraño espectáculo lo perjudicó a él y a su cargo; era indigno de un primer ministro.
Compara su actuación con la de un adolescente caprichoso

Der Spiegel apunta que "muchos españoles recordaron los caprichos de un adolescente que, furioso, se encierra en la habitación de los niños". Además, el texto comenta:

El lunes por la mañana, Sánchez incluso condujo hasta el rey para informarle de su decisión. A uno le hubiera gustado estar presente en esta extraña conversación, el propio Sánchez debió sentirse estúpido: Majestad, me había planteado dimitir. Ahora me quedaré. ¡Hasta luego!

Tras comentar el discurso victimista de Sánchez señalando a la oposición, a los medios y a los jueces, Der Spiegel advierte: "la preocupación de Sánchez por el discurso civilizado sería más creíble si no hubiera sumido al país en una crisis de gobierno, para luego anunciar en una breve declaración que todo seguiría igual, sin hacer preguntas. Dimisión o no, Sánchez podría haberlo arreglado consigo mismo. En cambio, él mismo creó la inestabilidad. Esto es políticamente irresponsable".

La farsa de Sánchez y el problema que ha destapado en el PSOE

Por otra parte, el medio alemán señala algo que también han apuntado ya algunos medios españoles: este asunto ha servido para que en el PSOE empiecen a darse cuenta de que Sánchez no tiene sucesor y están atados a él como un suicida a una gran piedra al borde de un muelle. Der Spiergel lo comenta así:

El drama también revela hasta qué punto Sánchez ha adaptado su partido a su medida. Durante días, los socialistas rogaron al líder de su partido que no dimitiera. “¡Pedro, quédate!”, le gritó su adjunta, María Jesús Montero. No daba la impresión de que su palabra tuviera mucho peso.

Sin Sánchez, como ha quedado claro estos días, su partido se queda sin nada. No hay sucesor natural ni contradicción grave. Sólo Sánchez determina el rumbo del partido. Durante mucho tiempo fue muy inteligente en eso. Ahora, por primera vez, uno tiene la sensación de que esto pronto podría convertirse en un problema para la socialdemocracia española.

Der Spiegel es un medio de centro-izquierda que había defendido a Sánchez

Esto no lo dice un medio de centro-derecha como Die Welt. Der Spiegel es un medio de centro-izquierda y uno de los más influyentes de Alemania y de la Unión Europea. Se da la circunstancia, además, de que el artículo está firmado por Steffen Lüdke, el experto de ese medio para España.

Tal vez ahora la izquierda española intente desacreditarle, pero Lüdke ha sido citado por medios afines al gobierno de Sánchez cuando se dedicaba a criticar a la oposición española.

De hecho, en noviembre de 2023 ese mismo periodista alemán apoyó a Sánchez desde Der Spiegel, defendiéndole de las críticas del Partido Popular y de Vox tras el anuncio de la ley de amnistía como pago por el apoyo de los separatistas para la reelección del dirigente socialista.

La dura reprimenda de ese medio de centro-izquierda demuestra hasta qué punto la farsa de Sánchez se ha vuelto contra él, por mucho que los aduladores mediáticos que tiene en España, regados con dinero público, intenten convencer a sus lectores de lo contrario.

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