La razón de nuestra inminente escasez de población mundial se atribuye a la caída de las tasas de natalidad debido al aumento de los niveles de vida.
 
La disminución de la población mundial está en marcha. Y eso podría obstaculizar todo el modelo económico del mundo, lo que llevaría a una paralización dramática de nuestra economía global, dice Sebastian Dettmers, CEO de StepStone y autor de un libro sobre el futuro de la población mundial.

En un artículo de opinión publicado por Business Insider, Dettmers dice: "Se acerca la gran escasez de personas, y va a causar un caos económico global".

Bueno, eso no es genial.

Dettmers señala que incluso cuando nos acercamos a la persona número 8 mil millones nacida en este mundo, las "fuerzas que conducen a una caída de la población ya están en movimiento", y espera una disminución de la población en las próximas cuatro décadas. Y no culpe a la guerra, el virus o los desastres naturales: acredite nuestros ilustres niveles de vida y la disminución de las tasas de natalidad.

 "Las personas son más saludables, más ricas, mejor educadas, viven más tiempo y tienen menos hijos", dice Dettmers. "Pero esta disminución de la humanidad no es una razón para celebrar, sino más bien un desastre inminente para nuestra economía. La gran escasez de mano de obra causada por la disminución de la población paralizará nuestra economía global a menos que encontremos formas innovadoras de mantener las cosas en funcionamiento".

Si bien una población en declive puede ofrecer señales alentadoras para aquellos preocupados por el hacinamiento que agota los recursos del mundo, Dettmers dice que la caída de la tasa de natalidad, con las disminuciones más pronunciadas en las sociedades más ricas, significa que no habrá suficientes trabajadores jóvenes para apoyar ese mayor nivel de vida.

Conservadoramente espera que la población mundial disminuya en mil millones de personas desde su punto máximo para fines de este siglo, según la investigación de la Fundación Gates, y agrega que las poblaciones trabajadoras en Italia, España y Grecia se reducirán en más de la mitad, mientras que Polonia, Portugal, Rumania, Japón y China perderán hasta dos tercios de su fuerza laboral.

"La inminente disminución de la población es una llamada de atención", dice Dettmers. "El combustible más importante del crecimiento económico en los últimos siglos ha sido la gente. Y con menos gente, se puede hacer menos trabajo".

Ya hemos visto una disminución de la fuerza laboral que disminuye la eficiencia, ya sea en maestros e ingenieros o enfermeras y trabajadores de servicios. Todo se suma a una pendiente descendente de menos producción y rendimiento, menos dinero gastado, negocios en contracción, menores ganancias y disminución del crecimiento económico.

"Para combatir la próxima caída de la población, el mundo necesitará nada menos que una revolución de nuestras mentes", dice Dettmers. "Necesitamos innovación y nuevas ideas: robots e inteligencia artificial que hagan nuestro trabajo por nosotros y permitan que todos tengan la oportunidad de una buena educación y capacitación".

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