El imperio neoliberal globalista americano dista de España unos 7600km mientras que el venezolano social comunista unos 7200 aproximadamente. Ambos han llegado a España con suma rapidez. Las raíces andan haciendo su cosecha y con ella sus destrozos camino hacia una nueva civilización donde han hecho mella en todo el arco parlamentario español y, derechas e izquierdas, al son del bailar ante lo políticamente correcto , ensalzar sus dichosas “agendas 20230” y toda clase de podredumbres, donde ambas a dos, guiadas por inmaduros políticos de medio pelo, a la sombra de una ciudadanía cada vez con menos formación, se dirigen hacia el 28M con sello de caducidad. 

Mientras que contemplamos estos bandazos, la segunda ola dimana con más fortaleza. La misma globalización a la que nos han encorsetado, que ha abierto las fronteras a los intercambios estudiantiles, comerciales, culturales y otros, ha hecho más poderosas al mundo de las mafias.

El tráfico de drogas, de personas o de armas son las distinguidas varietés y especialistas de las multinacionales del crimen por medios diversos de unas multinacionales que mueven cantidades de dinero negro de cualquier forma que somos capaces de atisbar.

Ellos, más ricos cada vez y más influyentes políticamente que nunca. Mientras, las buenas gentes que desean lo mejor para su país, ni a por uvas son capaces de cambiar tales rumbos. España así, cada una de nuestras Comunidades Autónomas, bendecidas por dichos imperios económicos e ideológicos siguen liderando para su beneficio y cambiando poco a poco nuestro ser, nuestro actuar y nuestro pensar.

La lucha contra la droga se centra, parece ser, en frenar la oferta, pero no la demanda. La Santa ONU, hoy la diaña ONU, no sabemos dónde situarla.  Las autoridades de algunos estados miembros y autonomías no observan con la atención que se merece el comercio con seres humanos y los diversos chanchullos de guantes sibilinos.

El contrabando humano, los comercios y bebercios que nos traemos unos y otros con los inmigrantes de allá o de aquí, el trapicheo a cuenta de nuestros estados, donde la inmensa ciudadanía observa de manera obsoleta cómo estamos ante la más sórdida de las formas en que se desplaza la mano de obra en la nueva economía global. Las rutas de la esclavitud sexual ya cruzaron hace años las líneas rojas y las mujeres e incluso hombres explotados son chinches auténticos en cuatro manos poderosas.

A ello habría que sumarle las gratas atenciones y diplomacias al mundo del armamento nuclear,  a los negocios de transporte con aviones de tercera o cuarta mano y, al final, el dinero pasa a ser el único valor que mueve los negocios ilícitos según el poderío que tengamos.

No nos olvidemos del tráfico ilegal de órganos humanos, de productos artísticos robados, alimentos, madera, marfil y así seguirán en esta contienda las organizaciones criminales que seguirán traficando con cualquier cosa en la que huelan beneficios. Es posible que en España exista otra no tan alta mafia como las anteriores, pero existe inteligencia de sobra para realizar prodigios de primera calidad. Claramente el problema es mundial y por ello se requieren soluciones mundiales.

Durante estos días se están entregando por parte de los distintos partidos políticos las diversas candidaturas a las Juntas Electorales, los diversos cabezas de listas ya empezaron a darse cuantiosos borneos por nuestras tierras españolas, pero no escuchamos desde sus estrados las buenas medicinas que necesitan los españoles a fecha de hoy ante tanta macabra basura que contemplamos al respecto.

Quizás, desde España, no podremos cortar de manera efectiva la cuantía de destrozos que andan por estos mundos pero que, nuestros políticos de turno, de cabeza sensata, si los hubiese, mirando a nuestras gentes podrían abrirnos las mentes en cuanto a condiciones laborales, paraísos fiscales o normas bioéticas. Hemos de optar entre poner el listón más bajo que el vecino para no perder oportunidades o bien elevarlo a un estándar internacional que responda a las exigencias de la dignidad humana. 

Al grito de ¡España despierta, escucha y reflexiona! A este grito, deberíamos estar más de uno con los oídos abiertos y dejar a un lado aquello de siempre que hemos votado. Las cosas han cambiado bastante. Derecha e Izquierda cada día se parecen más. ¿No hemos pensado en buscar partidos de sentido común? Dejemos de ser laboratorios globalistas azules y rojos.  

 Evite la censura de Internet suscribiéndose directamente a nuestro canal de Telegram, Newsletter

Haz tu Donación

Síguenos en Telegram: https://t.me/impactoespananoticias

Twitter: https://twitter.com/impactoSumustv

Instagram: https://www.instagram.com/impactoespana?r=nametag

YOUTUBE:https://youtube.com/@impactoespananoticias

Odysee: https://odysee.com/@impactoespa%C3%B1anoticias:a

WhatsApp: 635967726