El estudio, que analizó a 777 participantes vacunados con una edad media de 37 años, encontró que la incidencia de enzimas cardíacas elevadas 3 días después de la inyección fue bastante sustancial, en casi el 3%.

El CDC hizo un estudio y a partir de eso, afirmaron que la tasa era de 0.001%, o uno de cada 100,000.

Hotair.com informes: 2.8% es mucho más alto que 0.001%. Otro 0,3% tenía "miocarditis probable", lo que sitúa el total en más del 3%. Eso es 3000 veces más alto de lo que afirmó el gobierno de los Estados Unidos.

En este pequeño estudio, nadie tuvo complicaciones graves, pero con una tasa de complicaciones de miocarditis del 3%, tendría que esperar que administrar cientos de millones de dosis sea una propuesta bastante arriesgada.

Creo que todos ya lo sabíamos, pero este estudio parece poner el clavo en el ataúd de "las lesiones por vacunas son súper raras" por las vacunas COVID-19.

Vaya. ¿Quién podría haberlo adivinado?

Una rareza fue que la tasa de miocarditis entre los participantes estaba fuertemente inclinada hacia las mujeres, no hacia los hombres. Eso podría ser un artefacto de la muestra, o podría indicar que las mujeres tienen más probabilidades de tener una complicación, pero las complicaciones tienen más probabilidades de ser graves entre los hombres.

Una razón por la que los investigadores postulan la gran diferencia entre sus resultados, que se basan en análisis de sangre que buscan enzimas cardíacas en todos los participantes, y la afirmación comúnmente afirmada de que la miocarditis inducida por la vacuna es rara es que los únicos casos que se diagnostican sin buscarla específicamente son graves.

En otras palabras, la mayoría de las personas no van al médico hasta que hay un problema grave, por lo que muchas personas sufren de miocarditis sin ser diagnosticadas.

Esto sugiere que hay un grupo muy grande de personas que fueron afligidas pero nunca tratadas. Esto en la mayoría de los casos no sería un gran problema, ya que la inflamación se resuelve por sí sola, pero en algunos casos, el daño real al corazón se hizo sin que se detectara.

Otra variable, no mencionada, es que las complicaciones de la miocarditis son más comunes en hombres jóvenes, y este estudio sesgó tanto a profesionales femeninos como de mediana edad. Dada la cohorte estudiada, uno esperaría que no fueran completamente representativas de la población en su conjunto. Es probable que sean más ricos, más saludables y moderadamente mayores que la población en general.

En cualquier caso, este estudio arroja bastante luz sobre cuán engañosos han sido los CDC, la FDA y el NIAID sobre la seguridad de las vacunas. Y también cuán intencionalmente ignorantes han elegido ser. Este no fue un estudio complicado de hacer. Los investigadores eligieron una cohorte fácil de reclutar, los probaron antes y después de la vacunación para crear una línea de base y una comparación, y analizaron los datos.

Fácil. Ni siquiera tan costoso. Si quisieras saber el número real de personas con daño cardíaco después de la vacuna, este fue un estudio fácil de construir e interpretar, y puedes obtener resultados muy rápidamente.

¿Por qué nuestros funcionarios de salud pública no lo hicieron entonces? ¿Por qué se necesitó un hospital en Suiza para tener la idea y ejecutarla? En 2023, nada menos.

Estar fuera por un factor de 3000 es más que un oops. Es un gran problema.

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