Debemos estar atentos a los antiquísimos fantasmas familiares de la hispanidad, saltando desde la historia española, luego exportados, los abundantes espermatozoides  de Caín. Ya lo ha descrito Machado::lerdos, resabiados, romos, maniqueos, soberbios, envidiosos. La España inversa a la del cincel, el curro, el coraje, el sudor, el hambre y la idea, la que acapara las trufas al no tener competencia que descienda al barro, y con ellos, los otros, la sectaria, la izquierda agotada y humor amargo, aún derrotada insinuando venganza, de memoria flaca y dividida.

Ambas Españas, sin tercera salida en paz, las que en noviembre enterraron a sus líderes, y al  caudillo, en años distintos en el mismo mes lúgubre en que ahora tiritamos de  miedo  llamado preocupación severa, fiebre viral y locuras,  cuando la sismicidad social  es una cruda realidad en el volcán de una economía desigual que asusta a la Unión Europea, y el separatismo cancerígeno. Sí, la esperanza termina cuando  acaba la paciencia popular de las clases media y trabajadora.

Y ocurrió así. Primero cayó DURRUTI, un 19 de noviembre de 1936, el líder anarquista que sobraba al comunismo moscovita, de dos tiros por la espalda bizarra y rectitud  ética. Le hicieron un gran entierro los falsos republicanos.

Un día después, ya en plena guerra civil, un 20 de noviembre, en Alicante, ejecutaron a JOSE ANTONIO PRIMO DE RIVERA, un joven falangista, porque era facha malo. El tiro de gracia estuvo a cargo de un sargento murciano de La Unión, de las milicias.

Se tambaleaba la República entre algodones ensangrentados de ambos bandos, entre rabia y odio acumulado. Y  llega el fatídico noviembre de 1938, el de la derrota total y  el exterminio con el final de la BATALLA DEL EBRO. Cientos de miles de soldados y civiles huyen por las fronteras  de los Pirineos, antes lo hicieron sus dirigentes políticos, mientras Madrid caía en manos del ejército franquista en tanto se mataban por sus calles republicanos resistentes y comunistas suicidas. Horror.

Y llegó la dictadura, cuarenta años sin libertades, una nación oprimida y acosada por el miedo que inmoviliza y mata.  FRANCO muere en una cama de un hospital, eso si despedido por miles de seguidores,  nacía una democracia multitudinaria, pujante, viva, alegre y esperanzada en un futuro mejor, una democracia de abrazos y besos, una transición tranquila y alborozada con nombre de mujer, la Transición, virgen. Y un lunar canalla, el terrorismo que no dio tregua, fue más canalla y sangriento que con el régimen  del general.

Cae reventado, un 20 de noviembre de 1970, CARRERO BLANCO, presidente del Gobierno y personaje clave del régimen. Un atentado bajo sospecha aún hoy. ETA ejecutó el magnicidio, pero la cobertura sigue siendo un misterio. Nueve mil kilos de explosivos en un túnel de catorce metros, en el centro de la capital del país. Como cuando asesinaron a Kennedy.

Ocho años más tarde se tomaron la revancha colaboradores de los servicios de inteligencia que organizó el almirante Carrero-. Tres tiros a la cabeza del  doctor SANTIAGO BRONARD, cofundador de la izquierda aberchale vasca o agente encubierto etarra.

El tercer hombre que buscó una tregua y negoció un alto el fuego. Un 28 de noviembre, en su despacho de pediatra. No se sabe si en presencia de niños que seguro no sabían nada de la paz en aquella región violenta en un país con 897 asesinatos a manos de los pistoleros.

Estamos a 12 de noviembre de 2021 víctimas de una sexta ola de una pandemia que ha llevado a los cementerios a más  de cien mil muertos, sesenta y siete mil ancian@s en una cuenta en la que la soledad, los errores y los fallos se han acumulado, sin que los famosos escudos sociales inventados por Pablo Iglesias hayan cuajado en las residencias, un negocio que en otros países funciona con más corazón e inteligencia.

Una situación crítica que el Gobierno de Sánchez controla en Moncloa, y Podemos y los sindicatos en las pacificas calles del pueblo español. Un volcán apagado con señales de humo, huele a quemado.

Hay indicios suficientes para darnos cuenta que la  Primavera española es pasado. La clase política ha logrado desfigurar las imágenes y hechos más hermosos, y solo nos queda la rabia contenida a falta  de figuras más humanas y carismática.

El Papa ha confesado que visitará España cuando termine la guerra ¿Cuál de ellas santidad, la que va a misa o la que se ausenta? JA, la del abrazo de osos en sede monclovita, Pablo Iglesias y Pedro Sánchez, un ONCE DE NOVIEMBRE DE 2019. Dos años de un país subido en un globo.

EPÍLOGO.- Ayer Once de Noviembre. Europa, la unida y desunida, nos advierte de los mercaderes ideológicos, cuando las navajas brillan, y nos cortan las ilusiones, una mitad se alegra, la otra enmudece. Nos viene a la memoria Azaña cuando señala  las enormes dosis de desmoralización siguiendo a Ortega: «Bajo la férula de la propaganda lo más granado de la sociedad española se aplica a vendimiar el Poder!! hay mucha gloria que conquistar, mucho dinero que ganar!».

No son partidos de ideas distintas, sino grupo de personas diferentes e intereses propios. Y enferma el Estado del Derecho porque se muere el de Bienestar. Olor a podrido, si lo sabremos en esta región!! Ahí se apañe usted, amigo o amiga.

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