No hay en Occidente un foco de manipulación, sectarismo y adoctrinamiento más acusado que el de TV3.

La cadena pública catalana ha manipulado la información desde hace mucho tiempo.

Y con fervor. Y lo ha hecho a la vez se practicaba en su seno la ‘limpieza étnica’, la caza al disidente.

Sin estridencias.

La estrategia es tan clara como cruel: a quien resulta molesto, se le arrincona con buenas palabras. O sin ninguna explicación.

Se trata de provocar su muerte laboral de forma suave, sin estridencias; con la delicadeza de quien quiere ‘aniquilar’ sin dejar sangre.

El nivel de corrupción de TV3 y su maquinaria mediática y gubernamental es de lo mas descarado, de esta televisión publica viven cientos de chiringuitos y fieles a la causa. Ningún gobierno a tenido el interés de bloquear y poner orden en esa casa, una televisión que sirve para desprestigiar a España, a sus instituciones, para adoctrinar en el odio hacia España y lo seguirá haciendo mientras les dejen.

Cataluña es independiente hace mucho tiempo pero con el dinero de los españoles, mientras no venga un gobierno valiente Cataluña nos seguirán robando.

Es la negación del profesional porque no muestra fervor por la causa. Y esto es algo muy habitual en los medios públicos, donde los periodistas suben en ascensor o son defenestrados con total naturalidad por razones ideológicas.

Las venganzas se engrasan con dinero público.

Y para mayor inri, el nuestro, el de todos los contribuyentes españoles.