Cualquiera que piense, en un colegio católico en España, podrá imaginarse un centro donde se enseñe la fe católico romana y los valores que la siguen.

 Sin embargo, no sorprenderá a nadie, a nadie con cerebro, que esto no es la realidad de muchos de los colegios denominados católicos.

 Desde hace décadas, la proliferación de un profesorado que va desde el catolicismo relativista, que considera que lo bueno es algo subjetivo, pasando por el descreído, que ha creído en esa mentira llamada “progreso”, al declarado ateo - anticristiano.

 Todos ellos forman a un alumnado, que es en muchos de los colegios ajeno a cualquier práctica de piedad religiosa o conocimiento mínimo del cristianismo. 

Estos centros han ido expulsando de sus filas a los pocos que quedaban fieles a lo que decían ser y enseñar. Un caso así llegaba a mi hace unos días. En este caso han expulsado al “último mohicano” que quedaba en ese centro. 

Nunca se merecieron a tal profesor, nunca fue hecha la miel para la boca de tales asnos.

 Puedo decir y afirmar esto, porque yo he sido educado y formado (y gracias a Dios purgado de su veneno) en dos colegios católicos romanos desde los 3 años hasta los 17 años. Los conozco por dentro.

 Dar los nombres concretos, es algo que merecen por el fraude que son para aquellos padres que aún quedan creyentes sinceros en en estos centros y que colocan a sus hijos en la “avanzadilla” del mal pero la lista sería inmensa.

 Parece que ya oigo a los ingenuos que hablan de los centros del Opus Dei como los guardianes educadores de la fe católico romana, los cuales a modo de árcanos, los herederos de Escrivá de Balaguer actuarían. 

 Pero la realidad, es que ni a izquierda, ni a derecha debemos desviarnos como nos alerta proverbios 4:27. Puesto que ninguno de ellos busca al Señor y su Palabra. 

 Son por un lado ultra progres y por otro lado los ultra conservadores, quiebran de forma inclemente, con su rigorismo legalista, a los mejores de esos educandos que tienen a su cargo y se esfuerzan por “ser morales”. 

 Al tiempo crean, de forma habitual (para continuar con la idolatría) a adoradores del dios Mammón y para refinar esa adoración (que constituye su modus vivendi en muchos casos) crean escuelas que les afinan los dientes para convertirse, como decía Hobbes, en homo homini lupus.

 Obviamente, existen excepciones, pero igual que en el cuadro de Guernica de Picasso con su bombilla, están ahí, no para alumbrar, sino para que la oscuridad quede más profunda en medio de la tiniebla. Son la excepción que confirma la regla. 

 Se debería potenciar el homeschooling, la educación por los padres frente a un estado más acosador y adoctrinador o bien garantizar él crecimiento de los hijos en centros verdaderamente cristianos, sanos y morales, pero para eso hace falta voluntad. Voluntad que se ve ausente sin una fuerte sociedad civil que España desconoce y recursos económicos.

 ¡Proteged a vuestros hijos con la ayuda de Dios !