Decía mi padre que la LIBERTAD es la eterna novia frecuentemente martirizada por los novios de los poderes universales. No se equivocaba el poeta. El ejemplo fatal de AFGANISTAN es la prueba del nueve de la llamada industria militar desde  Adán y Eva, que ha gastado, consumido 79.000 millones de euros o dólares, desde que los Estados Unidos apoyaban a los afganos para destruir a los rusos, derrotados militarmente, y económicamente, bajo la estrategia de la CIA y el apoyo de la OTAN, incluyendo a España, con muertos. Hasta este 31 de agosto. Hace más de un siglo hasta el Reino Unido huyó despavorido.

Las guerras en Afganistán es consecuencia de la política económica, financiera, estratégica y militar que despliegan los gobiernos norteamericanos desde el 11 de marzo de 1941 cuando  la administración  ROOSEVELT  firmaba la LEY DE PRESTAMOS Y ARRIENDOS, Lend-Lease, que no dejase de ser una ampliación de la Cash and Carry, programa de ayuda militar a las naciones aliadas, incluyendo a la Unión Soviética,  en plena segunda guerra mundial y posteriormente durante la larga guerra fría.

Nada fue igual desde entonces, las superpotencias hicieron la guerra total en todos los frentes, hoy se ha sumado la China, con su diplomacia silenciosa de la guerra comercial, económica, electrónica y apoyo  monetario a los países africanos, incluso a los afganos. Afganistán es un poderoso crucero en  el océano de guerra militar de dos mundos, pero sin duda en el oscuro mundo de las drogas que aporta a esta nación unos 48.000 millones de euros en manos del islamismo que paga el terrorismo internacional de todas las banderas.

El brutal atentado de la semana pasada con 168 muertos y cientos de heridos es la imagen real de un mundo desquiciado en el que las religiones dan la cara, en el musulmán y en los otros de origen judío y cristiano de rostro misionero. No es una entelequia, lo tengo comprobado, directamente, donde así mismo los servicios de inteligencia globales gastan, aproximadamente un largo billón de dólares, en la otra lucha silenciosa, sangre y horror.

La salida norteamericana, precipitada calculadamente, poniendo fecha, parece una chapuza política, pero un análisis serio sobre la materia nos hace sospechar que los errores cometidos eran los previstos. La ingente cantidad de armamento de todo tipo dejado en manos de los feroces talibanes y sus bandas, es impensable en una potencia como los Estados Unidos, en la que España,  como algunos miembros de la OTAN, han colaborado desde el punto de vista solidario, manejados, utilizados e instrumentalizados.

Nuevamente se les ha ido de las manos los cálculos a los aliados occidentales, como en Vietnam, Oriente Medio, África, América latina, Corea y la partición de la Unión India en tres naciones. Unos combaten ideológicamente, otros impulsados por un materialismo  casi exclusivamente económico, un capitalismo salvaje en el que el hombre es borrado, como el comunismo pero a la inversa. O el populismo radical. Al fondo aparece el complejo militar industrial, y sus adherencias.

Lo explica, explicaba con  claridad  GEORGE F. KENNAN con esta frase de libro kantiano: “SI LA UNIÓN SOVIÉTICA se hundiera mañana −en 1967− bajo las aguas del mar, el complejo industrial norteamericano, la industria militar, tendrá que seguir existiendo sin cambios sustanciales, hasta que inventemos OTRO NUEVO ADVERSARIO. Cualquier otra cosa sería un choque inaceptable para nuestra economía”

La crisis mundial no es un invento, es una realidad  permanente, como la imprenta, la revolución francesa y la guerra religiosa y sus culturas, como la Reforma. Pienso releer el libro de Francis Fukuyama, EL FIN DE LA HISTORIA Y EL ULTIMO HOMBRE, en el que expone su tesis de los combates de las grandes ideologías, quizás se equivocaba.

EPÍLOGO.- Hace aproximadamente un año, nueve meses, publiqué un libro dedicado exclusivamente a la catástrofe de la muerte del MAR MENOR, ingenuamente de  mi proyecté una tirada de tres mil ejemplares, y posiblemente una segunda edición. Solo lo compraron 2.169 personas, mujeres y varones, de la Región Murciana, mi análisis fue claro, a la mayoría de los murcianos les importa no mucho el tema, segundo análisis, se lee poco y por tanto el nivel cultural es bajo, solo leen la prensa de papel el 17 por ciento del millón y medio de habitantes.

El libro es un compendio de diez colaboraciones de personalidades del mundo regional, destacando el trabajo, esmerado y ético, del fiscal superior del Tribunal Superior de Justicia, Manzanera. Tuvo impacto nacional.

Aunque hay diferencias el entierro del MAR MENOR  es producto de esa guerra económica, social y comercial de una lucha sin cuartel, sin escrúpulos, desencadenada por las grandes empresas de la alimentación española con poderosa influencia en el sector corrompido político de TODOS LOS PARTIDOS, especialmente de un PP en manos de una gente sin sentido común, oportunista y afiliada al dinero, y de una Oposición desarbolada e  incapaz de dar una réplica pragmática dedicada a sus diferencias internas.

No hay armas militares, hay armas que matan ahora a una región olvidada en el trasero de España. Hasta que en banquillo de los acusados no se sienten los responsables y los culpables, no se hará  justicia como se practica en el mundo libre. Este es el problema que más daño nos hace al pueblo murciano, y la desinformación pagada a los mercenarios.

Sureste Press