Ni los puentes romanos de Alcántara nos sirven para pasar a la otra orilla de los rios de la paz social y el bien común. Ni los escudos sociales del populismo para salvar vidas en las residencias de mayores. Ni las televisiones abren contándonos la verdad en sus telediarios de luto y pesambre. Ni las olas del “puente” español del duro pilar nos convence que el virus se ha ido. Quizás ahora somos el país más cabreado de la Unión Europea, ni siquiera la justicia funciona correctamente.

Me atrinchero en mi zulo y resisto contra viento y marea navegando con el jaloque a estribor en la sopa verde del Mar Menor, pero me siento mal cuando leo y oigo que en España hay más de DOS MILLONES Y MEDIO de personas en POBREZA SEVERA, que hace tres años. La falacia, culpable de todo, la jodida pandemia, pero no, han habido otros virus fatales como la incompetencia, el frentismo y ese maniqueísmo histórico atrincherado en el odio. Energúmenos con fronteras, los partidos.

He aquí a grandes rasgos los datos de la devastación tras dieciocho meses de pandemia y errores: once millones de personas en riesgo de pobreza, más que en 2018, de las que SEIS MILLONES viven con carencias materiales duras en alimentación, energía, combustibles, luz y vivienda. Mirándolo al revés menos de la mitad de la población, solo un 41,2%, disfruta de una integración socioeconómica aceptable. Mientras la prosperidad ha caído 9 puntos, la estrechez se esta cronificando.

La nación en conjunto acumula 2 millones y medio de pobres en sentido estricto respecto a hace tres años. En una de cada 4 familias, hogares, hay alguien con dificultades de trabajo y ha subido hasta el 10% la proporción de los que tienen a todos sus miembros en paro. Y lógicamente la penuria aumenta su impacto sobre las familias con hijos a su cargo.

La letra pequeña del informe anual de Cáritas señala que el INGRESO MINIMO VITAL fue denegado a la mitad de los solicitantes en circunstancias de desamparo y que tres de cada cuatro ni siquiera lo llegaron a solicitar por exceso de fallos administrativos, en un pais que paga 120 mil millones de euros a sus funcionarios de las cuatro grandes administraciones: local, provincial, regional y estatal. Está claro, el maquillaje político de la crisis se ha derretido enormemente por los fallos del aparato burocrático.

Lógicamente la publicidad y propaganda oficial lo tapa. Hasta con el volcán con la falta de ética, oportunista sin conciencia. A veces observamos cómo se confirman nuestras sospechas. Otras veces nos quedamos atónitos, y otras tenemos que levantarnos del butacón porque además de historia para nosotros, los infelices ciudadanos, lo que nos golpea, toca y trastoca es la memoria. Amnesia para todo, pues no.

EPILOGO.- NOS PREOCUPA LA SALUD MENTAL DEL GOBIERNO ya que el cuarenta por ciento de las españolas y españoles andan tocados por los confinamientos, las perimetradas y la angustia de la gente de la calle y sus familias. El elevado índice de locuras debe tocar a los hombres del equipo de Sánchez, y a partir de finales de este mes, con el CAMBIO HORARIO europeo entraremos en el inicio de un orgasmo mental de aquí te espero.

No sabemos si la Oposición pepera llevará el problemón al Congreso de los Diputados, pero debería dada su avidez por tocar poder. Cierto que la locura no es solo patrimonio español, porque otros, como los polacos le han declarado la guerra a Bruselas protectora de los separatistas modelo Puigdemont. Varsovia ha respondido que nones, que su justicia es la que vale y han votado polacos, hartos de ser invadidos en los últimos siglos, nazis y rojos rusos, finlandeses, suecos y franceses. Patinan las neuronas y la clase política pasa de sicólogos, siquiatras y sanadores.

En fin, se despedirá octubre a base de opiáceos y noctamides para poder dormir unas horas. Nos machacan.

OTRO SI. Preguntamos amablemente ¿es que la locura o una mente tocada no puede ser producto de estar parado meses, años, seas joven o mayor. O resultado de una vida imposible en una familia derrumbada o un anciano desolado por la soledad y el maltrato sicológico. O cerrar un negocio o una empresita  de autónomo o emprendedor?

ITEM MÁS.- Pregunta con dudas ¿no sería mejor que alquilar, construir decenas de miles de casas hasta un millón como se prometió hace años para vivir sin miedo, ese miedo retorcido que nos acosa desde 2008? Seguro.

Y con el alma  en vilo, he vivido siete años en Canarias, y escribo con reservas ¿por qué se dejó en  años de equivocaciones turísticas construir más de doscientas viviendas en zonas peligrosas, en las proximidades de cráteres, no hay normas que lo prohíban o hay locos sueltos?

Sureste press