Se derrite el bronce de los leones del parlamento español conquistado en la batalla de Tetuán, porque el harén de la política sufre de calentones corruptos. Parece como si la izquierda se haya desmandado y sus fiestas se endulcen con las orgias, la droga y las chicas alegres, la derecha, no, porque ya es veterana en estas lides, de siglos, con la nobleza y la corona austriaca, alemana y borbónica en el circo de los leones.

Han convertido al sexo, que es un homenaje a la vida en un negocio político, una secta y un vicio, más que un ejercicio de la prostitución que pretenden perseguir, pero practican pagando con dinero público, a veces. Y prostituir la vida política, y especialmente la parlamentaria en una traición a la democracia libre y justa.

Después de escuchar a Pachi López nos urge una redención ética. No fue ya el descacharrado fondo argumental, inculto político, sino sus formas y modos mas montunas, rayando lo cimarrón que tanto se estila en el Congreso de los diputados, y en las tertulias de mercadillos con gestos ordinarios.

Es una demostración evidente, España no ha superado su atavismo histórico y su capacidad de generar conflictos, es grave, Pachi López además está intoxicado por el separatismo vasco. En la transición todos nos dimos cuenta que no se debían respetar los errores del pasado, hoy el populismo nos ha hundido en la tertulia nacional, un coctel de catecismos ideológicos ya superados.

Y hablando de vascos, el fin de la dispersión se consiguió el sábado con el traslado a cárceles regionales de los últimos jefes etarras, los más sanguinarios, lo que supone una entrega como mínimo inmoral a Bildu.

Las palabras son lo único que queda para mantener a raya la oscuridad, en éste crepúsculo del sexo practicado por ciertos algunos dirigentes socialistas desde aquel senador y juez machista visitador de la calle Leganitos a éstos de los ERE sevillanos en sus aventuras con dinero negro, esnifando drogas desde la coca al puterio de baja estofa y la andadura a ciegas, política, olvidando los cien años de la honradez de los históricos del PSOE. Ahora toca sanchismo y un feminismo sin hombres.

La porquería se extiende, y de rebote llena a instituciones clave de un país cargado de pasotismo, Murcia por ejemplo desde 1995, en el de las tres C; Coche, Cama y Cambio, ni siquiera son discretos epicúreos y tiernos hedonistas en momentos de homenaje al ser humano. Catetos y mindundis.

EPILOGO.- Es verdad que a veces me paso en mis chequeos sicológicos, que viene de lejos, pero en esto de los esfuerzos de «cherchez la femme» se requiere no caer en la vulgaridad. No creo para nada lo que afirmaban los escritores nobeles Vargas Llosa y García Márquez, Flaubert incluido, de que «no se vive para amar, sino para escribir».

Puro onanismo intelectual, prefiero hacer más el amor que escribir, sin pastillas azules o hiel en el ordenador que no descansa ni cuando sueño con un país más serio. Vale. Este pueblo politizado no hace el amor, simplemente, nos follan los de arriba, y pagamos caro. O nos okupan los bolsillos con impuestos demenciales. O 80.000 viviendas en toda España, violentamente.

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